Son esculturas en 3D, bronce o cerámica confeccionadas a partir de los moldes que el escultor Alberto Salcedo «salvó» de las ruinas de la Babcok Wilcox , empresa emblemática de la Margen Izquierda que, tras su abandono, fue desvalijada.
De esta forma, unos modelos industriales, con los que se fabricaban válvulas, se han reconvertido en piezas artísticas a través del arte contemporáneo con el objetivo de «socializar el amor por el patrimonio».
Y se exponen hasta el 13 de junio en el lugar «ideal» ; Rialia, el museo de la industria, que nació con ese mismo fin; preservar en la memoria el pasado industrial de la comarca.