Son medio centenar de pisos en alquiler social, que llevan más de 2 años construidos.
El retraso en la entrega se ha debido a un problema de acabado en la cara norte, que había provocado humedades, y que ha sido necesario solucionar.
Además, el Gobierno Vasco cambió en el último momento los criterios de adjudicación, estableciendo cupos diferentes para dar prioridad a los jóvenes.
La renta de estos inmuebles no superará el 30% de los ingresos de la unidad convivencial.
La adjudicación se produce por un periodo de 6 años, prorrogable en caso de que se sigan cumpliendo los requisitos; esto es, si no se superan los 39.000 euros de ingresos anuales.
Paralelamente, en 2022 el Gobierno Vasco comenzará a levantar otros 2 edificios de vivienda en alquiler protegido en el solar contiguo.
Por su parte, el Ayuntamiento sorteará otra veintena de pisos, también de alquiler social, correspondientes al otro bloque ya construido, que es de su propiedad.