Las empresas de estiba han decidido prescindir de ellos.
De esta forma, los trabajadores fijos están doblando turnos mientras que un centenar de familias de Margen Izquierda se han quedado sin ingresos.
Después de, en algunos casos, hasta 14 años enlazando contratos de un sólo día, ni siquiera tienen derecho a paro.
Los afectados están viviendo momentos angustiosos.
Se sienten abandonados a su suerte por los sindicatos.