Lo han hecho por voluntad propia tras una negociación con la Ertzaintza ,en coordinación con el juzgado que tramitaba la causa como delito de allanamiento.
Tal y como se había pactado, los ocupas, una familia de al menos 7 miembros; aunque el trasiego de personas por el inmueble en los últimos días,según relataban vecinos del barrio,ha sido mucho mayor, han abandonado la casa antes de las 8 de la tarde de hoy.
La finca había sido ocupada el pasado 13 de agosto.
En una primera inspección, el inmueble,de gran valor histórico y patrimonial, no presenta daños y conserva sus pertenencias, «incluso aquellas que podrían haber sido vendidas para chatarra».
Es más, los ocupas habían desbrozado la entrada a la casa.
Los propietarios, herederos de una familia pudiente de la comarca, y en su mayoría residentes en Madrid, han encargado ya el cambio de la cerradura.
En esta histórica finca,que data del siglo XVIII, está proyectado construir apartamentos; respetando la fachada y la estructura del inmueble, atendiendo a su singularidad y valor patrimonial; así como edificar chalets en los terrenos adyacentes.