Las concentraciones se ha sucedido a la una del mediodía en los centros de salud, como ésta del ambulatorio de Zaballa, en Barakaldo, donde “horroroso” o “una locura” han sido sólo algunas de las expresiones utilizadas por los sanitarios de atención primaria para describir su día a día.
En este llamado ambulatorio viejo de Barakaldo debería haber 8 médicos pero 4 se encuentran de baja o de vacaciones y únicamente se ha contratado a un sustituto.
Ángela, médico de familia, relata para TELE7 que, diariamente, atiende a 40 pacientes; las recomendaciones cifran en 35 el máximo diario para minimizar las posibilidades de incurrir en un error.
Eloísa es enfermera también en el ambulatorio de Zaballa y explica que, a su trabajo habitual, ya de por si sobrecargado, se suma ahora el rastreo de los familiares de los positivos por Covid y la gestión de las pruebas que han de realizarles.
El resultado de esta situación extrema, según denuncian, es un agotamiento físico y emocional y un progresivo deterioro de las condiciones de trabajo.
La pancarta hoy en el ambulatorio de Zaballa rezaba en euskera “Osakidetza, hasta aquí hemos llegado, el personal está agotado”
Estos trabajadores exigen incrementar la inversión en la atención primaria, con el consiguiente aumento de la plantilla.
El Gobierno Vasco ha respondido recordando que su programa de gobierno contempla la creación de 4.000 plazas en los próximos 4 años.
Apuntan también que, aun respetando el derecho de los trabajadores a la movilización, “no creen que sea el momento más adecuado” pues quienes sufrirán las consecuencias son los ciudadanos de Euskadi.
El ejecutivo autonómico muestra la mano tendida al diálogo y anuncia su voluntad de reunirse cuanto antes con los agentes sindicales, que, por otro lado, han anunciado su intención de intensificar las movilizaciones si no se plantean soluciones.