El Ayuntamiento ha concedido a la empresa VGP, propietaria del astillero, la licencia de derribo.
Las labores de desmantelamiento y limpieza del terreno estarán finalizadas en la primera mitad de 2023.
La empresa protegerá los entornos y edificios del antiguo astillero que han sido recientemente declarados Bien Cultural por el Gobierno Vasco.
Más del 50% de la futura actividad será de carácter industrial y en la zona de los diques se mantendrá la actividad naval, con nuevas construcciones, reparaciones o reciclaje de buques.