El supermercado BM de San Roke en Portugalete nos acerca a la realidad de sus trabajadores.
Tras unas primeras semanas más tensas, empiezan a aligerarse las colas.
No hay tampoco desabastecimiento, salvo la falta puntual de un producto concreto.
Tras el acopio inicial de papel higiénico y de alimentos de primera necesidad, el producto estrella fue la cerveza; y ahora los son la lejía y la harina; parece que la repostería se ha hecho un sitio como método de entretenimiento durante el confinamiento.