Familiares de residentes en el centro asistencial Vitalitas de Santa Teresa han denunciado que viven «una situación de autentico drama y angustia» porque , en las limitadas visitas que se autorizan, están detectando situaciones que «ponen los pelos de punta», como falta de cuidados de higiene básica, repetidas caídas de las sillas de ruedas o intercambio de ropa .
Al deterioro en la atención, se une que la empresa, según denuncian también, intenta cobrarles por algunos servicios que ya están cubiertos con subvención foral, tratando de «hacer negocio»
La pérdida de confianza en los gestores de la residencia se ve agravada por la falta de información.
Yo estuve anterior al confinamiento,sacando a un familiar a comer durante más de cuatro meses,comida,merienda e incluso cena. Se le daba la medicación de la mañana a las once,se le juntaba con la de la comida. Al final lo saqué por un deterioro que tenía k utilizar silla de ruedas. Ahora controlado medicación y comida no utiliza la silla