La gaviota, mascota de las fiestas patronales, ha recorrido diversas calles de la localidad a bordo de un vehículo, saludando a txikis y no tan txikis.
Aunque las fiestas están suspendidas, los santurtziarras han recibido su visita, y los más devotos han podido acudir a las misas programadas en el parroquia de San Jorge.
Sin procesión marítima, ni comidas de cuadrillas, los vecinos han pasado el día festivo, con nostalgia.