La escultura hiperrealista de una mujer de 89 años sola, cabizbaja, sentada en un banco y con un reloj en su mano marcando el paso del tiempo, llama la atención sobre esta “lacra social silenciosa”.
La obra del mejicano Rubén Orozco se enmarca en el proyecto BBK Herriz herri que busca trabajar en colaboración con los ayuntamientos la integración y la igualdad.
Permanecerá en la biblioteca de Muskiz hasta el 5 de junio.