Un ingreso “inesperado” que se ha introducido en el presupuesto de 2023, aprobado esta misma mañana.
En verano, el Ayuntamiento instaló un radar para persuadir a los conductores pero, de momento, no se ha detectado una tendencia a la baja en el número de infractores, siguen rondando la veintena, cada día.
Algo que a la alcaldesa, Ainara Leiba, le resulta “sorprendente”.