Satisfechos se muestran los alcaldes de Ortuella y Trapagaran tras la reunión en el Gobierno Vasco.
El ejecutivo autonómico coincide con ellos en que es necesario trasladar la fábrica ante los problemas de malos olores que viene generando desde su implantación en los años 50.
Para ello se está realizando un estudio de viabilidad, que habrá concluido en el mes de marzo.
Lo que no es factible es el cierre inmediato porque cumple con los parámetros exigidos en Europa y porque se trata de una actividad de interés social.