Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre han pasado por los arenales 2.355.563 personas, frente a las 2.708.560 que lo hicieron el año pasado.
La valoración global que hacen de los arenales es de 7,73 puntos sobre 10 y entre los diferentes indicadores analizados en la encuesta que anualmente realiza la Diputación Foral de Bizkaia destaca el de la seguridad, que con un 8,92 recibe la mejor nota de los últimos cinco años.
Los servicios y equipamientos de las playas han recibido una calificación de 7,64 puntos, la más alta del último lustro.
Este año ha crecido el porcentaje de personas que han acudido de forma esporádica a las playas de nuestro territorio, muy probablemente debido al factor meteorológico, y la duración media de la estancia en las playas es de 3,96 horas, algo más que la del pasado año, pero todavía por detrás de las más de 4 horas que pasaban las personas usuarias en la playa antes de la pandemia.
El equipo de socorristas ha atendido a 3.905 personas, la mayoría por heridas (2.198) y por picaduras de sabirón (573). Tres personas han fallecido en las playas durante los cuatro meses de esta temporada. Una durante el mes de julio y otras dos, en agosto, si bien en ninguno de los tres casos la muerte se produjo por ahogamiento.
Se han cerrado playas en 14 ocasiones para mantener los niveles de aforo establecidos para frenar la expansión del COVID-19 y la bandera ámbar ha ondeado 140 veces.
Las playas mejor valoradas han sido las de Karraspio, Laga y Plentzia y en lo referente a la limpieza entre las más valoradas se encuentran Aritzatxu, Ogella y La Arena.