Jesús, se encontraba viviendo temporalmente con su hija, recuperándose de varios problemas médicos, y ahora no puede volver a su hogar de toda la vida.
Durante 65 años ha vivido en el número 32 de la calle Funicular, hasta que en la madrugada del 28 de junio una familia entró por la fuerza en su casa, y en ella se han quedado a vivir.
De nada ha servido la alarma contratada; 4 personas han sido identificadas tras entrar por la fuerza.
El sobrino de Jesús, José Antonio, ha explicado a TELE7 que la vivienda no estaba abandonada; él mismo venía realizando reparaciones para acondicionar la casa de cara al regreso de su tío.
La herramienta, de importante valor económico, se ha quedado en el interior del inmueble; a estas alturas, mucho se temen que ya habrá sido vendida.
La vivienda, por cierto, no había terminado de acondicionarse, por lo que advierten de que no está en condiciones para que residan niños; “por no tener, no tiene ni ducha”.
Los vecinos del entorno, por su parte, se quejan de la falta de civismo de los ocupas, especialmente, por el ruido que realizan de madrugada.
Asimismo, los sobrinos de Jesús se lamentan de que los ocupas “están destruyendo” las cosas de la familia.
Piden el apoyo de los vecinos de Trapagaran para lograr que se vayan por medio de la movilización ciudadana.
Acompañados de una patrulla de la policía municipal, un equipo de TELE7 se ha acercado hasta la vivienda pero los ocupas han declinado hacer declaraciones.
El día de la ocupación a los agentes que acudieron a la intervención les presentaron un contrato de alquiler falso, alegando que ellos mismos habían sido estafados por un tercero.
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