Se trata de 600.000 euros que se habían reservado para inversiones en el pueblo.
Sin embargo, la actual situación obliga al ayuntamiento a replantearse las prioridades.
El alcalde avanza que habrá que realizar ajustes en el presupuesto municipal para «no dejar a ningún vecino atrás».
Suerte que, en palabras de Saulo Nebreda, en esta difícil empresa cuenta con una absoluta «predisposición a colaborar» por parte de todos los grupos políticos.