Los vecinos del número 9 han podido respirar tranquilos porque el Ayuntamiento de Barakaldo ya no les obliga a abandonar sus casas en el plazo de 10 días.
Han obtenido, además, “buenas palabras” de los responsables municipales, que les ayudarán a acceder a ayudas económicas del Gobierno Vasco y de la Unión Europea para poder reformar el edificio.
En este punto, sin embargo, los afectados discrepan.
Advierten de que carecen de capacidad económica para afrontar una reforma integral del inmueble pues el coste de la obra sería mucho más elevado que el valor del propio edificio.
Por este motivo, continúan demandando un realojo.