Este e-fuel se obtiene de la combinación de CO2 capturado de la atmósfera e hidrógeno renovable obtenido del agua (H20) mediante un proceso de electrolisis.
Se encuentra en fase de desarrollo en el laboratorio tecnológico de REPSOL en Madrid.
Su fabricación se realizará a partir de 2025 en una planta en el puerto de Bilbao, que, con una inversión de 103 millones de euros, se alimentará, a su vez, con electricidad renovable, y tendrá capacidad para llenar 200 vehículos al día.
La producción de una tonelada de combustible sintético supone la retirada de 3,35 toneladas de CO2, de ahí la importancia de este nuevo combustible desde el punto de vista de la reducción de la huella de carbono.
Y, algo también muy importante, los coches actuales podrán abastecerse de este combustible sin necesidad de modificar el motor.