La refinería de Muskiz se encuentra inmersa en su segunda gran transformación.
Sustituir paulatinamente el crudo por otras materias primas, principalmente residuos, así como reemplazar las energías que se utilizan en el proceso; esto es, el gas natural por biogas y la electricidad por electricidad renovable, pasa por invertir 1.127 millones de euros en 36 proyectos de aquí a 2030.
El primer paso consiste en modificar las unidades ya existentes para ir aumentando el porcentaje de residuos; orgánicos, plásticos, renovables y reciclados; que se utilizan en la actualidad. Es decir, se trata de aprovechar la capacidad de las actuales unidades de la refinería para poder coprocesar, junto al petroleo, otras materias primas no fósiles.
Igualmente, se desarrollarán nuevas unidades para producir combustibles sintéticos y biocombustibles para los sectores del transporte por carretera, naval y aviación.
Pero, sin duda, es el hidrógeno el combustible estrella en este proceso de transformación de la refinería, y el que se produzca en Petronor podrá alimentar el 50% de la actividad industrial de Euskadi, contribuyendo a la descarbonización de la industria vasca.
Un hidroducto conducirá el hidrógeno desde la refinería hasta las acerías, cementeras y grandes empresas de Aiaraldea
Antes, requisito imprescindible es contar con el tercer electrolizador de la empresa, que tendrá 100 megavatios de potencia; un proyecto de gran interés a nivel europeo, que, a punto de recibir el visto bueno, estará en funcionamiento en 2028.