Es lo que muestra una “espectacular” fotografía, de aproximadamente 2mt x 2mt, captada por una avioneta entre los años 40 y 45 del siglo pasado.
Al parecer, pertenecía a una empresa de Trapagaran, y un vecino del Ojillo, Andrés Vítores, se hizo con ella hace un par de años a través de una transacción comercial.
Ha decidido donarla al pueblo de Portugalete, y el Ayuntamiento la ha colocado en el centro social de San Roke.
De esta forma, las personas mayores que pasan a diario por esta instalación municipal podrán rememorar cómo era la villa en su infancia y adolescencia: el arco del Teatrillo, el palacio Txabarri o el cargadero de mineral son algunos de esos elementos jarrilleros ya desaparecidos visibles en la imagen.