Es un bosque periurbano, y su función es absorber el CO2 que genera el tráfico en la ciudad.
Ocupa 50.000 m2 en la zona de Rivas.
De momento, se han plantado más de un millar de árboles.
Se trata de una primera fase, que esta semana completarán 500 escolares de la villa.
Se prevé que en un plazo de 5 a 7 años su esplendor será más apreciable.