La renovación integral del último tramo de General Castaños ha costado 2,8 millones de euros.
Ha sido una actuación muy compleja; se ha prolongado durante un año ante la imposibilidad de cortar por completo al tráfico este vial que hace muga con el municipio de Santurtzi.
Se ha conseguido crear una calzada más ancha, incorporando nuevo mobiliario urbano compuesto por 30 bancos, así como jardineras y papeleras.
Una de las novedades más demandadas ha sido la introducción del servicio de recogida neumática de basuras, que dará servicio a unas 400 viviendas de la zona y entre 1.500 a 2.000 vecinos.