Con motivo del próximo 700 aniversario, el Ayuntamiento ha reeditado el “tesoro portugalujo” dedicado al documento por el que María Díaz de Haro en 1322 otorgó al municipio jarrillero, por aquel entonces una población importante de mercaderes y navegantes, el privilegio de ser villa.
Eso redundó en una serie de derechos como cobrar impuestos, elegir alcalde , realizar mercados o controlar todas las mercancías que llegaban a puerto…privilegios que despertaron el orgullo de ser portugalujos y las envidias de los habitantes de los pueblos de alrededor.
Como curiosidad, ningún portugalujo podía ser torturado y el domicilio de todos los habitantes de Portugalete era inviolable.
“Portugalete era un imperio”; sus límites se extendían desde Castro hasta Lutxana y abarcaban el monte Serantes y Peñas Negras, que en aquella época se denominaba aún en euskera, Arribelzaga.
Por cierto, que la carta puebla original se destruyó porque “se les cayó” al agua.
El documento que hoy en día se exhibe en el salón de plenos es una confirmación de 1432.
Pasajes de la historia jarrillera que se desgranan en esta publicación de la que se han editado 1.500 ejemplares, y que desde hoy se distribuye en el Centro Cultural Santa Clara.