La concejala de acción social, Mª José Blanco, califica de modélico el proceso de acogida que se realiza en la villa.
Son personas de 38 nacionalidades diferentes; llegadas a la villa desde Siria, Afganistán, Yemen, el Salvador, Venezuela o Ukrania, huyendo de sus países de origen por razones de raza, religión, opinión política, o pertenencia a determinado grupo como la comunidad LGTBI.
La ONG Movimiento Por la Paz se encarga de orientarles en su integración en el municipio jarrillero de forma integral; idioma, alojamiento, formación, empleo, …
Paralelamente, medio centenar de personas voluntarias de la Fundación Manuel Calvo , a través del proyecto «Parejas Lingüísticas» les acompañan en el día a día, estableciendo vínculos emocionales , que les permiten acabar siendo «un vecino más dentro de Portugalete».
La villa les «atrapa» y cuando comienzan a caminar por su cuenta quieren seguir viviendo en Portugalete.