Y lo va a hacer a través del extraordinario potencial de su tejido asociativo.
Muchas entidades de la villa han sufrido una pérdida importante de actividad a consecuencia del Covid.
Ahora más que nunca es el momento de reorientar o repensar sus estrategias.
Para ello, desde hace 5 años, cuentan en el municipio jarrillero con una herramienta; La Batidora, impulsada por la Fundación Manuel Calvo.
Este año las sesiones de trabajo, con los debidos protocolos sanitarios, están programadas para los días 14 y 21 de octubre.
Las asociaciones participantes podrán poner en común sus problemáticas y buscar una salida conjunta.