Así lo denuncia el PNV, que ve como otros ayuntamientos del entorno colocan estos dispositivos con fondos propios, mientras el de Portugalete “echa balones fuera” argumentando que es competencia del Gobierno vasco.
Los jeltzales creen que es una oportunidad perdida para mejorar la seguridad tanto de los mayores como de la comunidad de vecinos donde viven.