Se han realizado mejoras en el edificio, y también se han introducido cambios significativos en la propia exposición.
De hecho, ahora el museo de la industria de Portugalete se puede “tocar, ver, oler y sentir”.
Confluyen en él imágenes, música y textos literarios, además de testimonios reales.
Y lo que es más importante; se ha convertido en el primer museo de Euskadi en utilizar el sistema de balizas beacons que, instaladas en colaboración con la ONCE, garantizan un museo inclusivo pues las explicaciones se activan mediante sensores al paso del visitante.
La renovación ha contado con una ayuda económica de 683.000 euros del Gobierno Vasco, ligada a los fondos Berpiztu para la regeneración de comarcas de atención preferente.
En concreto, esta subvención ha sido otorgada por el departamento vasco de turismo dentro del plan para potenciar nuestro patrimonio industrial como activo turístico.