Oroituz, la asociación memorialista local, advierte de que “ la herida aún sigue abierta”.
Piden investigar y clarificar las represalias; entre otras, la usurpación de propiedades, para dignificar y restituir a las víctimas, sino económicamente sí, al menos, moralmente.
Recuerdan que aún perdura en el municipio jarrillero, por ejemplo en el cementerio, simbología franquista, y que no se han retirado los reconocimientos de hijos adoptivos a quienes “ machacaron las libertades del pueblo”.
Hoy, 22 de junio se cumplen 85 años de la entrada de las tropas franquistas en Portugalete; desde ese momento la villa entró en una espiral de represión; un tercio de su población tuvo que exiliarse y muchos funcionarios municipales fueron “depurados”.
El Ayuntamiento ha recordado estos acontecimientos con un homenaje en el monolito de Santa Clara y un aurresku bailado por dantzaris de Lorabarri Dantza Taldea.