Además de que la ciudadanía santurtziarra “podría sufrir molestias por ruidos, olores y emisiones contaminantes”, la principal razón, señalan desde el Ayuntamiento, es que la ubicación propuesta “no es adecuada para uso industrial”.
Desde el Consistorio resaltan que “la actividad de gestión de residuos que se pretende implantar en las cercanías de la localidad no puede considerarse un uso portuario comercial, ni mixto, ni portuario, por lo que su instalación en esta zona supone la evasión de normativas de costas y ambientales en perjuicio del Medio Ambiente y de la Planificación urbana de los municipios afectados”.
Por ello, el Ayuntamiento de Santurtzi concluye que el informe urbanístico debe ser desfavorable y plantea una solución. “Consideramos que se debe buscar un emplazamiento lejos del núcleo urbano, en un área industrial que garantice el cumplimiento de todas las normativas ambientales y urbanísticas”.
En ese sentido, el Consistorio es “consciente de que el proyecto plantea como primera opción el área del Plan Especial de Artigas, donde ya existen instalaciones dedicadas a este tipo de actividad, como una planta de tratamiento mecánico-biológico, otra de compostaje, un vertedero y una planta de tratamiento de lixiviados”.