La madre superiora, Sor Josefa, y la hermana María han abierto las puertas de la congregación religiosa a un equipo de esta casa con motivo del 125 aniversario de su llegada al municipio jarrillero.
Dedicadas al cuidado de los enfermos, en 1973 fueran nombradas hijas predilectas de la villa.
Llevan al pueblo de Portugalete “en el alma” y se sienten «muy queridas» por él.