Delegadas del sindicato LAB han explicado, en el Parlamento de Bizkaia, que están al límite de sus posibilidades.
Dos personas para atender a 37 residentes, jubilaciones a los 67 años, lesiones musculoesqueléticas ocasionadas por la carga de trabajo…
Han pedido a los junteros “manos que trabajen”.
A los representantes de los diferentes partidos políticos les han preguntado si les parece ético trabajar en estas condiciones, y que las empresas privadas se beneficien con dinero público.
Esto es lo que han respondido los junteros del Partido Popular, Elkarrekin Bizkaia, Socialistas Vascos, EH Bildu y Nacionalistas Vascos.
Las delegadas sindicales también han mostrado su preocupación por el funcionamiento del nuevo modelo de residencias.
Con la “poca información” de la que disponen, entre otras cuestiones, se temen que una sola gerocultora tenga que atender a las 20 personas que conformarán las unidades convivenciales.