La ultima reunión con la dirección se ha saldado sin acuerdo en torno a las condiciones del ERTE planteado por la empresa, que afectaría a más de 350 trabajadores.
La dirección había realizado una oferta de mejora, consistente en:
Complementar en un 80% el bruto de algunos conceptos salariales a las
personas cuya afección sea mayor de un 80% de su jornada.
Reducir de 8 a 6 meses la duración.
Rebajar la afección en un 20 % al personal de jornada de día, ocupando ese tiempo en formación.
La parte social ha respondido que «la seguridad no se compra y que se debe aprovechar el momento de caída en la producción por la baja demanda de combustible para «formar a la plantilla con el doble fin de reducir horas extras, aumentando el conocimiento de unidades, y así adaptarse al futuro que se prevé en el negocio».
Los trabajadores no aceptan «chantajes económicos a cambio de rebajas en la seguridad».