Y es que este año se auguraba una problemática concreta derivada de los problemas en el suministro de vidrio.
Las txosnas jarrilleras calculan que se verán obligadas a gestionar la basura generada por unas 62.000 latas de refresco .
Y ahí es donde entra el área municipal de medioambiente, que facilitará bolsas de colores para que en cada txosna puedan realizar una separación previa de los residuos.
Paralelamente, por primera vez cada mañana una embarcación se encargará de limpiar la ría de envases de plástico.