Se trata del parking de Cirilo Sagastagoitia, en el barrio de Llano, que alberga 200 plazas de aparcamiento en régimen concesión administrativa por 75 años.
De momento, 20 de esos años, los están empleando los vecinos en idear soluciones de ingeniería para impedir que las goteras afecten a sus vehículos.
Colocan bandejas en el techo para desviar el agua y reconducirla hacia las bajantes de pluviales.
Piden una solución al Ayuntamiento porque, atendiendo a 2 informes técnicos, el origen de las filtraciones se encontraría en un mal drenaje o impermeabilización de los jardines situados en la parte superior del parking.