Junto con un segundo vallado de refuerzo, lo instalará la sociedad pública, dependiente del ministerio de industria, propietaria de este emblemático monumento.
Javier Puertas, representante de la asociación vasca de patrimonio industrial, ha corroborado que el saqueo “venía de meses” y , en consecuencia, se han perdido bastantes piezas de poco tamaño.
En cualquier caso, el edificio “estructuralmente está bien” y el expolio no ha sido comparable con el que sufrió la Babcock.
La Ertzaintza continúa con las pesquisas.
Con ella colabora la asociación, al igual que con otras instituciones con el fin de terminar con años de abandono y cumplir el objetivo de que el Horno sea visitable.
En este sentido, la entidad considera que iniciativas como el Labe Garaia Eguna contribuirán a situar en el sitio que le corresponde a este importante patrimonio histórico.