Son 1,7 kilómetros de banderines rojiblancos, colgados de madrugada por 5 aficionados, en el tramo de General Castaños comprendido entre el Cristo y la calle Nueva.
El artífice ha sido un vecino que, cada vez que el Athletic se clasifica para la final de copa, sorprende con la decoración de su edificio.
En esta ocasión, todos los hosteleros y comerciantes de la calle han aportado dinero para adquirir banderines, que, previsiblemente, superarán los 2 kilómetros, pues la iniciativa se va a extender a la Rantxe.