El consistorio ha sido condenado en costas, y deberá anular la licencia concedida a una particular por unas obras que ocasionaron molestias a su vecino.
El denunciante consideraba que los trabajos realizados no se ajustaban a la normativa, y la justicia le ha dado la razón.
Además, la sentencia, según denuncia EHBildu, pone en entredicho la “neutralidad” del arquitecto municipal.