Entre las 8 de la mañana y las 4 de la tarde, ya no hay un monitor que les revise las rutinas o les corrija para evitar lesiones.
El monitor ha sido sustituido por cámaras de vigilancia.
Los afectados se quejan de que pagan los mismo que los usuarios del polideportivo de Pando, pese a que no reciben el mismo servicio
A consecuencia de este “recorte”, 5 trabajadores perderán 10 horas de trabajo semanales.
Con unas jornadas ya de por sí reducidas, esto “precarizará ” aún más sus condiciones laborales.
Los responsables municipales justifican su decisión en un descenso del 70% de los abonados a fitness.
El servicio se ha adecuado a la situación actual y se están “destinando los recursos a dónde más hace falta”.