Acusan a una empresa, que lleva emplazada en el barrio desde 1969, de ocasionarles picores de garganta y ojos; sufren también malos olores, densas humaredas y un incesante ruido
Todas están molestias se habrían agudizado en los últimos años tras la ampliación de la planta.
Los vecinos han pedido el amparo de su Ayuntamiento(que afirma no tener competencias) y del Gobierno Vasco, pero las mediciones realizadas no reflejan su realidad porque , según aseguran, se realizan previo aviso a la empresa.