Denuncian sufrir amenazas, agresiones e incluso un ataque con un perro de presa.
Acusan directamente a un vecino que poco antes del confinamiento salió de la cárcel y, desde entonces, ha convertido su vida en un infierno.
Los vecinos de la calle Pablo Sorozábal se sienten desamparados por las instituciones.
Denuncian la inacción de la justicia bajo la excusa de que “no hay indicios”.
El denunciado niega los hechos; acusa a sus vecinos de mentir y de integrar una “banda criminal organizada”:
“Tengo el cargador lleno”; “ Os está esperando una star 9mm parabellum”; “No os voy a matar, os voy a marcar” y “subo a tu casa y tiro la puerta con un hacha” …son algunas de las amenazas que estos vecinos han escuchado y han grabado desde sus ventanas:
Fuentes municipales califican este asunto como “complicado”.
Explican que es una persona con problemas mentales “que debería estar en un sitio donde le traten su problema”.
La Policía Local acude siempre que llaman los vecinos.
Le han detenido y puesto a disposición judicial 2 veces, y en ambas ocasiones le han dejado en libertad.
Aunque se interponen denuncias contra él “ prácticamente a diario”, “el Ayuntamiento no puede ordenar el ingreso en prisión o en un psiquiátrico de una persona que está mal; eso lo tienen que hacer los jueces”, han apuntado.
Esta como una cabra pero el perro no es suyo ni es de «presa». Es un mestizo de pastor grande. Que ganas de buscar sensacionalismo, como si este personaje no diese ya de por sí bastante juego.
Me alegro por el perro de que no sea suyo y ¿sabes si el perro está bien cuidado?