Las jóvenes de, 16 y 17 años respectivamente, son «Niñas de Chernobyl»; Veronika, por ejemplo, tiene en Ugarte a su familia de acogida con la que ha pasado 7 años de su vida.
Son primas y se encuentran refugiadas con sus familias en el sótano de una iglesia desde que ayer el ejercito ruso inició los bombardeos.