Tras no poder celebrarse en 2020, y después de otro intento fallido en el mes de mayo, regresa uno de los encuentros culturales más “potentes” de la villa jarrillera.
Con el fin de asegurar las debidas condiciones de aforos y ventilación, en esta 15ª edición no se celebrará en el edificio de Merkatu, sino en 2 carpas desplegadas en el paseo de La Canilla.
Música, danza, exposiciones y la presencia de cerca de una treintena de artesanos “luthiers” componen la programación para este próximo fin de semana,