Un hombre invidente duerme en las calles de Barakaldo a la espera de un techo donde vivir
Justo Sacristán, de 41 años de edad, perdió el 92% de la visión hace menos de un año. Trabajaba como mecánico, y ahora percibe un Ingreso Mínimo Vital de “520 euros”. Duerme en los cajeros, pórticos de iglesias o bancos públicos de la localidad dado que en el albergue municipal no le han acogido porque…