El Barakaldo cayó ante una UD Logroñés que se proclamó campeona de invierno gracias a una acción a balón parado. A pesar de jugar con uno menos durante 25 minutos por la expulsión de Agirrezabala, los fabriles se vaciaron en busca del empate. El colegiado del partido, muy protestado, se lesionaba y el técnico del equipo gualdinegro, Hernán Pérez, volvió a denunciar el «lamentable estado» del césped de Lasesarre después de perder a dos nuevos jugadores por lesión: Olivera -en la vispera del encuentro- y Nespral.