Se trata de un espacio de juego libre, conformado por materiales «no estructurados» y naturales.
Esto quiere decir que los diferentes elementos no tienen una función única sino que puedan adaptarse a lo que el niño o niña imagine en cada momento.
El nuevo patio infantil entronca a la perfección con el modelo pedagógico del centro, que busca la autonomía de sus alumnos.
Es un área polivalente dónde los chavales de 3 a 7 años pueden saltar, sentarse, gatear, trepar, o, incluso, leer.