Previo a la noche del oleaje , como se aprecia en estas fotografías, un barco mal amarrado empujó uno de los pantalanes que perdió la horizontalidad al subir la marea.
No obstante, al bajar ésta y una vez el barco fue retirado , el pantalán recuperó su posición normal.
En cualquier caso, este suceso no tuvo nada que ver con las olas que han sacudido este fin de semana nuestras costas, ni con las mareas vivas.
De hecho, esta mañana hasta los patos estaban tranquilos en el puerto santurtziarra.
Los amarres presentaban absoluta normalidad y no se apreciada ningún destrozo.