Para ello, suministrará electricidad a los buques mientras están atracados con el objetivo de que sus motores diésel puedan apagarse.
De esta forma, reducirá, concretamente, en un 40% los gases de efecto invernadero, vibraciones y ruidos nocivos.
Con este proyecto, y otras medidas complementarias, la Autoridad Portuaria espera alcanzar el objetivo de reducción de emisiones del 55% establecido por la Unión Europea para 2030.
La tecnología OPS ,que desplegará en los muelles, permite que, durante el tiempo de estancia en el puerto, los barcos puedan conectarse a la red.
En una posterior fase, se desarrollará una plataforma flotante móvil que generará energía eléctrica a partir de H2, en colaboración con otras empresas como Petronor.