Y se han quedado sin un pilar básico:
Lolitta, una persona que ha estado con ellos durante 20 días, se ha quedado sin empleo “por solicitar más ayudas para sus compatriotas”.
Trabajó hasta el día de ayer en la tercera planta del Polideportivo de Fadura, convertida en residencia para muchos de los ucranianos que han llegado a Getxo, huyendo de la guerra.
Les ha acompañado a visitas, a realizar trámites, les ha llevado productos de higiene y ropa…y es que en la residencia “sólo les ofrecen alojamiento y manutención”. Pero las necesidades van más allá.
Siguen sin poder escolarizar a sus hijos, sin material suficiente con el que seguir con sus estudios, y no poseen títulos como la tarjeta Barik para poder viajar en el transporte público.
Tal situación ha llevado a una quincena de usuarios de este recurso a abandonar el país y desplazarse a otros lugares como Alemania en busca de una mejor atención.
Hoy, un nutrido grupo ha querido apoyar a Lolitta, una persona para ellos “imprescindible”.