El partido de ayer domingo en La Florida fue un homenaje al pequeño Mikel Peña, fallecido este mes con tan sólo 12 años tras una heroica lucha de más de 2 años contra un tipo raro de cáncer.
Se soltaron globos blancos; la plantilla portó brazaletes con el símbolo que ha distinguido a Mikel; las gafas negras de pasta, y sus aitas recibieron un ramo de flores, además del emotivo abrazo de los jugadores y el caluroso aplauso del público.