Ni siquiera el revuelo mediático de los últimos días ha hecho que los amigos de lo ajeno se lo piensen 2 veces a la hora de acceder a la empresa abandonada.
A plena luz del día; esto ocurría hacia la una y media del mediodía de hoy, no una, sino varias personas, se mueven con absoluta tranquilidad entre las ruinas de este antaño coloso empresarial de la margen izquierda.
Entran, incluso, con un carro de la compra para continuar desvalijando las antiguas oficinas y llevándose cualquier elemento metálico.