La nueva plaza de La Escontrilla, en Trapagaran, lleva desde hoy el nombre de Franciscanas de Montpellier.
Se reconoce, de esta forma, la enorme labor social que la hermanas hicieron en el pueblo tras la guerra civil. Una labor, trasformada, después, en un centro educativo, que a día de hoy sigue transmitiendo sus valores de sencillez y dedicación a los demás.